¡“PALOS DE CIEGO” DA EL SALTO AL PAPEL!

De un tiempo a esta parte, el ingente traspaso de contenidos literarios, que antes solo se podían conseguir en papel, al formato digital ha sido una de las noticias más frecuentes en todos los foros de comunicación. El avance imparable de las nuevas tecnologías en el mundo de la cultura, en general, y en el ámbito editorial, en particular, demandaba esta necesaria atención. En plena euforia de la era digital, el formato de celulosa, ubicuo hasta hace poco, ha tenido que compartir, cuando no ceder directamente su trono y encima soportar los denuestos más furibundos lanzados desde diversos sectores de la sociedad: desde los magnates del mundo tecnificado, que firmaron presurosos su sentencia de muerte por considerarlo un recurso prehistórico y obsoleto, hasta los que han aprovechado la coyuntura para denunciar su desproporcionado uso como un abuso ecológico.
No ha sido este el único cambio que hemos sufrido en los últimos tiempos. Las ajadas cartas de noticias lejanas que esperaban pacientes en el buzón a ser recogidas, han sido sustituidas por la asepsia de un dígito que anuncia un nuevo documento recibido en la bandeja de entrada del correo electrónico. Nos hemos acostumbrado a leer a nuestros autores favoritos –y, también, a verlos y a escucharlos- en la irradiante luminiscencia del ordenador de sobremesa mientras estamos en casa, o del ordenador portátil y de las tabletas digitales mientras estamos en cualquier otro lugar. Internet ha hecho posible la “aldea global” que McLujan vaticinara en los ahora increíblemente lejanos años sesenta. A golpe de “clic” nos hemos acostumbrado a consultar todo tipo de información que pudiera interesarnos en cualquier parte del mundo. Hoy ya no existen más fronteras que las que el internauta quiera imponerse: su mensaje puede llegar a todas partes desde cualquier sitio con conexión a internet. ¿Acaso no son maravillosos todos estos acontecimientos?
Aunque aún nos queda mucho camino por andar –queda por saber, por ejemplo, el impacto del libro digital en los usos y costumbres de los lectores, de los libreros, de los distribuidores, etc.-, lo novedoso ya no es un nuevo peldaño en el ascenso de esta revolución digital -que los habrá-, ni un nuevo artefacto que nos haga la vida mucho más rápida y cómoda -que también los habrá-, lo paradójicamente novedoso y excitante es que volvamos a los usos de antaño, aquellos que durante mucho tiempo han llenado de sentido nuestra vida.
Por eso, celebramos la noticia de que “Palos de ciego”, a la vez que continúa con su breve pero intensa existencia digital, inaugura una nueva etapa transformado en ese raro objeto, reverenciado por unos e ignorado por otros, que es el libro. Porque todavía existen muchos lectores a los que, sin restarle valor ni mérito a todos los avances y logros mencionados anteriormente, les gusta perderse entre los pasillos de librerías atestadas de enormes estanterías, como aquella biblioteca infinita imaginada por Borges “El memorioso”, en busca de un feliz encuentro. Porque aún hay lectores que lo primero que hacen cuando cogen un libro es pasar sus páginas para memorizar su olor, su seña de identidad, pues igual que no existen dos personas idénticas, tampoco existen dos libros que huelan de la misma manera. Porque aún existen lectores que acuden a librerías de segunda mano y dejan caer su mirada por el caos ordenado de viejos anaqueles y lomos polvorientos en busca del tesoro perdido y olvidado por algún desaprensivo.
Quizás la vida consista solo en ir quemando etapas. “Palos de ciego” cierra una para comenzar otra en la que lo nuevo y lo viejo, el pragmático formato de las nuevas tecnologías y el inconfundible aroma del papel, se mezclan, como diría Gadamer, en una “fusión de horizontes”, con la que ambos se amplían y enriquecen.

Comentarios

  1. Oiga. Yo tengo unos manzanos que podrían trasplantarse. Incluso ciruelos que nacen al tronco y que hay que arrancar porque si no aquello se descontrola.
    Con respecto a lo del hijo, en nada puedo ayudarte.

    Tus textos me parecen muy dignos de las páginas de un libro. Me alegro que hayan llegado hasta ahí.

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  2. Enhorabuena por el salto. Si hubiera acto de presentación se le agaredecerá que lo comunique para intentar estar presente.

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  3. Muchas gracias por los ánimos. Creo que no hace falta decir lo ilusionado que estoy por este nuevo proyecto, y el apoyo de los amigos me motiva para seguir trabajando. Intentaré informar de las presentaciones a través de entradas en el blog a medida que las vaya programando. De momento, ya hay una planeada para el día 25 de marzo a las 20:00h en el Aula Cine Forum de Vecindario, que es donde trabajo.
    Para los que les quede lejos Vecindario, intentaremos hacer otra presentación en Telde, posiblemente en el Círculo Cultural, con fecha aún por determinar.
    La presentación en Las Palmas está aún por decidir, pero me encantaría.
    En cuanto a los cambios que está sufriendo el blog, pido un poco de paciencia a los lectores, pues todavía estamos en fase de renovación. Por otro lado, el tiempo que dejan las obligaciones laborales -y no laborales- es escaso y los conocimientos técnicos muy limitados.
    Como anunciaba en una nota aclaratoria -no se me ocurrió otra forma- al final del artículo ¡"Palos de ciego" da el salto al papel!, el siguiente paso será vincular los comentarios que los lectores han hecho al índice del libro, que se ha incluido como una página enlazada al blog.
    Espero poder terminar este proceso de transformación lo antes posible.
    Saludos.

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  4. Vaya sorpresa... intentaré seguir el blog para mirar lo de la presentación en Telde y hacerte una "visita" por así decirlo. Me alegro mucho de que haya pasado a formato papel (aunque hacía tiempo que no me pasaba por el blog). Sería extraño y curioso leer en un futuro libros tuyos.
    Pues eso, mucha suerte.
    Saludos de una ex-alumna.

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