Entrevista a Rubén Benítez, por Santiago Gil (versión larga)


“En la literatura es donde realmente me siento en casa”

Rubén Benítez Florido (Telde 1978) es profesor, filósofo y escritor. Da igual el orden porque la vocación es la misma. El próximo viernes presenta en la Sala de Ámbito Cultural, en El Corte Inglés de Las Palmas de Gran Canaria, su último libro “Sísifo merece ser feliz”, una apuesta de la editorial madrileña Eutelequia. No abundan mentes tan preclaras y generosas en estas islas. Sabe de lo que habla y de lo que escribe. Quedamos un domingo en Las Canteras para esta entrevista. La metafísica del mar se confundía con la sabiduría de sus respuestas.

Si tuviera que presentarse, cómo lo haría: filósofo, escritor, profesor… ¿Cómo se presentaría Rubén Benítez Florido?
Primero profesor, que es mi profesión. La docencia es lo que me ocupa la mayor parte del día y lo que me da comer. La literatura es una vocación; también lo es la docencia, pero la literatura es una vocación que tiene que ver con la esencia. Sartre decía que el ser precedía a la esencia, a diferencia de lo que creía la filosofía tradicional, que mantenía que la esencia precedía al ser. Primero somos y una vez que somos, que estamos instalados en el mundo, buscamos la esencia. En mi caso yo he ido a buscar esa esencia en la literatura.
Al escribir no solamente entiendes el mundo que te rodea sino que también te entiendes mejor a ti mismo en ese mundo. Como diría Heidegger es una manera de estar instalado en el mundo. En la literatura es donde realmente me siento en casa.


¿Qué es lo que te lleva a escribir? ¿Qué te mueve a sentarte delante de un papel o de una pantalla en blanco?
Casi todo es susceptible de convertirse en literatura. A veces un recuerdo, un anhelo, un sueño, y también algo que lees, una película que te emociona, y también algo que te indigna, como muchas de las noticias que encontramos estos días en los periódicos.

¿Por qué algunos se empeñan en complicar la filosofía? Usted en su libro logra explicar a Nietzsche, a Heidegger o a Gadamer y uno entiende lo que usted plantea, ¿a qué cree que se debe que haya otros que lo último que quieren es que les entendamos?
La filosofía suele perder en muchas ocasiones el contacto con la realidad, y a veces se presenta con un lenguaje muy específico para iniciados o para cátedras de universidad. Yo estoy con Fernando Savater cuando dice que hay que acercar la filosofía a la gente, no es que la filosofía sea complicada, sino que son los filósofos los que la hacen así. La filosofía no se puede quedar solo en los departamentos de las universidades. Ortega y Gasset decía que la claridad es cortesía del filósofo.

¿Qué opinión le merecen los blogs y las redes sociales como nuevos soportes informativos y creativos, sobre todo teniendo en cuenta su actividad en Internet y el hecho de que muchos de los textos que recogen el libro se hayan dado a conocer a través de sus blogs?
Internet ha facilitado el acceso a los lectores. Es muy fácil llegar con un solo clic a miles de lectores en cualquier parte del mundo en tiempo inmediato. Quizá ahora puede existir un exceso de blogs y de comunicación, pero eso no es malo siempre y cuando se utilice bien. Es una herramienta, y como cualquier herramienta depende del uso que hagamos de ella. Gracias a Internet la comunicación se ha democratizado y los escritores lo tienen más fácil para llegar a los lectores, y al mismo tiempo los lectores también acceden fácilmente a esos mismos escritores.

Admiro su capacidad para extractar citas, y cómo estas se cuelan luego en su libro de forma prodigiosa, ¿sería capaz de leer sin un lápiz a mano?
No, hasta el periódico lo leo subrayando. Y lo mismo hago con las revistas, las novelas y por supuesto con los libros de filosofía. Fue una costumbre que adquirí en la carrera de filosofía y que luego ya la he mantenido todos estos años. Suelo ir preparando un catálogo de citas a medida que voy leyendo, y muchas veces una cita es la que me termina dando el motivo para un artículo.

¿Con qué filosofía podríamos entender estos tiempos tan convulsos que estamos viviendo?
Con un poco de todas y con mucho de ninguna. Yo defiendo el eclecticismo filosófico. Me parece que los sistemas filosóficos no hay que entenderlos nunca como entidades monolíticas o excluyentes. De cada filosofía el lector debe coger aquellos elementos que tienen que ver con su forma de ser o con su visión del mundo y desechar o criticar aquello que no le gusta. Me cuesta identificarme con un autor o con una etiqueta. Me quedo con la que me sirva para entender algún momento de la realidad o para explicarme a mí mismo.

¿Cree que está surgiendo una nueva filosofía entre la gente que aún ni siquiera ha llegado a ser teoría?
Hegel decía que la filosofía es esa lechuza de Minerva que despliega su vuelo por la noche, después del día. Evidentemente, la filosofía siempre va por detrás de la vida. La vida va gestando nuevas actitudes que se enfrentan a actitudes anteriores, y eso va dando lugar a nuevas ideas que con el tiempo se van plasmando en nuevas teorías filosóficas; pero eso no es algo que solo haya sucedido en estos tiempos sino una característica de la propia historia de los seres humanos sobre la tierra.

¿La filosofía ayuda a que entendamos que todos los tiempos se parecen?
Una de las tareas de la filosofía es la de buscar el hilo conductor de los tiempos, pero cada generación tiene el deber de buscar su peculiaridad y su propia idiosincracia respecto a las anteriores. El filósofo debe tratar de explicar a su generación poniéndola en relación con los problemas de su tiempo.

¿Cuál es la importancia de la educación?
La educación tendría que aspirar siempre a convertirnos en mejores ciudadanos. No siempre se consigue porque a veces solo se hace hincapié en las capacidades y nos olvidamos del fondo humano.

¿Qué diferencias hay, si las hubiera, entre su mirada como filósofo, como escritor y como ciudadano que pasea por la calle. El libro lo divide en estas tres formas de asomarse al mundo, ¿cuál es la diferencia entre cada una de ellas?
Como filósofo trato explicar un segmento de la realidad ya creado; el literato creo que tiene otra misión, que es la de intentar darle coherencia a los diferentes elementos de la realidad, y como ciudadano reconozco que me suelo asomar ahora mismo al mundo con ojos indignados ante la crisis, los desahucios o la gente que se queda sin trabajo. Si tuviera que elegir un hilo conductor de las tres miradas diría que ninguno de ellas puede permanecer al margen del dolor y del sufrimiento humano.

¿Por qué cree que merece Sísifo ser feliz y dónde lo ve ahora mismo?
El libro nace como un homenaje al libro de Albert Camus El mito de Sísifo. Sísifo representaría al individuo contemporáneo, que es aquel que vive en un mundo desprovisto de dioses y que asume el sinsentido de la vida -ese sería el peso de la roca que sostiene- con valentía y que aun así quiere ser feliz. Incluso en un mundo desprovisto de dioses y donde la vida es dolorosa –porque como decía Heidegger somos seres para la muerte- él no renuncia nunca a esa felicidad.

Cree que Nietzsche, si hubiera vivido estos tiempos, habría abierto un blog.
Nietzsche fue un personaje muy raro en su tiempo y yo me temo que seguiría siendo igual de raro ahora. Editó de un libro suyo cincuenta ejemplares para repartirlos entre los amigos y le sobraron ejemplares, por eso no creo que hubiera abierto un blog. Yo creo que él hubiera visto más el lado oscuro y el peligro de Internet.

¿Se filosofa para acercarnos a la sabiduría o para intentar aproximar todo lo que podamos la felicidad?
No son excluyentes. Somos más sabios porque queremos ser felices, y somos felices porque somos más sabios.

Dígame el nombre sus cuatro filósofos de cabecera:
Nietzsche, Heidegger, Gadamer y Richard Rorty

¿Y los cuatro novelistas?
García Márquez, Vargas Llosa, Juan Rulfo y Juan Carlos Onetti.

Comentarios

  1. josé manuel espiño mailán2 de julio de 2013, 11:36

    Bueno, bueno, querido Rubén.
    Algún escritor habrá de interés fuera de esa tetralogía de culto personal.
    Está claro que te tiran mucho los antes mencionados, pues en tus publicaciones son esenciales sus modos, giros, pensamientos y formas de interpretar el mundo y plasmarlas en un texto.
    Ahora, 2 de julio, cumple de mi compañera Isabel, realizo un brindis al sol y al mar pero va dirigido a ti: Toca descansar, disfrutar de actividades diferentes, seguir como Sísifo, moviendo la piedra o martilleando el ladrillo, pero CAMBIAR. Abre nuevas puertas, aspira nuevos aires, conoce nuevas gentes. Para seguir recordándote como eras hasta ayer siguen ahí conocidas estancias, viejos alisios y tus amigos de siempre. Un abrazo y feliz verano.

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